Luego de ser finalista en Rusia 2018, Croacia está en reconstrucción en base a su referente Luka Modric y ciertas dudas en la línea defensiva.

Desde que Croacia se independizó de Yugoslavia y jugó una fase final, se convirtió en una de las grandes selecciones en el fútbol, donde solo estuvo ausente en la Eurocopa del 2000 y en el Mundial de 2010. A pesar de no ser una selección con larga trayectoria, Croacia cuenta con un palmarés llamativo, posicionándose dos veces entre las ocho mejores selecciones de Europa y del mundo, siendo semifinalista en Francia 1998 con la generación de Suker, Boban, Prosinecki y demás, y consiguiendo el subcampeonato de Rusia 2018 con la generación de Modric, Rakitic, Mandzukic y compañía.

Posterior a que finalizará el mundial, cuatro fundamentales de Croacia tomaron la decisión de retirarse del equipo nacional, Danijel Subasic (portero), Vedran Çorluka (defensa), Ivan Rakitic (mediocampista) y Mario Mandzukic (delantero), dejando un espacio por ocupar en cada línea del campo. Aún así, en el equipo actual podemos ver algunos experimentados como Luka Modric, Ivan Perisic y Marcelo Brozovic, siendo los encargados de darle el relevo a la siguiente generación encaminada por jugadores como Nikola Vlasic, Josko Gvardiol y Josip Brekalo.

PRIMERA FASE IRREGULAR

Dos meses luego de la hazaña de Croacia en la Copa del Mundo, los dirigidos por Zlatko Dalic, sufrirían un duro golpe de 6-0 en contra ante España en un partido de la Liga de Naciones, pareciendo el fin de la buena época de Croacia. Pero Dalic trabajaría en una reconstrucción para mantener al equipo compitiendo contra los más grandes, consiguiendo la clasificación a la Eurocopa.

Con jugadores que sufrieron problemas físicos o jugadores que se encuentran lejos del nivel mostrado en Rusia, se podía predecir que Croacia no iba a mostrar su mejor versión. Efectivo, mostraron un nivel irregular en la fase de grupos, teniendo un debut ante Inglaterra en el que apenas inquietaron al equipo contrario. Para el segundo partido ante República Checa, estuvieron cerca de caer eliminados.

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En la tercera jornada, ante Escocia, fueron de menos a más en el partido, siendo liderados por su capitán Luka Modric quien convirtió un golazo firmando la clasificación a la siguiente ronda.

LUKA MODRIC, EL JEFE

Pronto a cumplir los 36 años, el centrocampista es el dueño y referente del equipo. Sigue aportando con un alto nivel al igual que lo hizo en la ultima temporada con el Real Madrid. En el costado izquierdo se encuentra Ivan Perisic, que con su experiencia, sus centros precisos y la relación que tiene con el gol, aporta en el ataque de la selección croata.

Las otras dos posiciones ofensivas han ido variando. Ante Rebic y Andrej Kramaric, primeras opciones arriba y en la derecha, no convencieron y han dejado paso tanto al interesante mediapunta Nikola Vlasic, que juega en Rusia tras su fugaz paso por la Premier, como a un nueve más puro de área como Bruno Petkovic, preferido al osasunista Ante Budimir.

LO MÁS FRÁGIL, LA LÍNEA DEFENSIVA

Croacia no destacó por su firmeza defensiva en el Mundial, donde recibió nueve goles en siete partidos. En la última Liga de Naciones tuvo el mismo defecto, encajando dieciséis goles en seis encuentros. Ahora en la Eurocopa tendrá la tarea de enfrentarse a España sin Dejan Lovren quien estará ausente por sanción y será reemplazado por Duje Çaleta-Car, como pareja del veterano Domagoj Vida, dejando a Sime Vrsaljko y a Gvardiol, los costados defensivos. Otra alternativa sería Borna Barisic, que tuvo una buena temporada en el Rangers. Por detrás de todos ellos, el portero Dominik Livakovic aún no tiene experiencia fuera de la liga croata.

En definitiva, Croacia es un equipo con mucho talento individual en varios de sus integrantes pero algo anárquico, con problemas defensivos y que parece en su Last Dance particular.

Fuente: El Mundo.