Con una prórroga demoledora, los Denver Nuggets se impusieron 113-104 a los Oklahoma City Thunder este viernes, colocándose 2-1 al frente en las semifinales de la Conferencia Oeste.
En un partido vibrante en el Ball Arena, los vigentes campeones lograron reponerse a una mala noche ofensiva de su estrella, Nikola Jokic, y a la férrea resistencia del mejor equipo de la temporada regular.
El pívot serbio, que sigue siendo el eje del juego de Denver, firmó una discreta actuación en el tiro —apenas 9 aciertos en 25 intentos (36 %), incluyendo 0 de 10 en triples—, pero aun así terminó con 20 puntos, 16 rebotes y 6 asistencias, dejando su huella en otras áreas del juego.
En el bando visitante, Shai Gilgeous-Alexander, principal rival de Jokic en la lucha por el MVP de la temporada, tampoco tuvo su mejor noche. El canadiense aportó 18 puntos con un bajo 7 de 22 en tiros de campo, aunque sumó 13 rebotes y 7 asistencias. La ofensiva de Oklahoma fue liderada por Jalen Williams, quien brilló con 32 puntos, su mejor marca en unos playoffs.
(Photo by Matthew Stockman/Getty Images)
El encuentro estuvo marcado por la paridad: hubo 15 cambios de liderato, seis de ellos solo en el último cuarto. A falta de 61 segundos, un triple y dos tiros libres de Williams pusieron a los Thunder al frente 102-99. Sin embargo, el desenlace aún reservaba emoción.
Tanto Jokic como Gilgeous-Alexander fallaron lanzamientos clave, y fue Aaron Gordon quien volvió a asumir el rol de héroe para los Nuggets. El ala-pívot, que ya había convertido el triple decisivo en el Juego 1, empató el marcador con otro triple a 27 segundos del final, enviando el partido a la prórroga.
En el tiempo extra, Denver no dio respiro: canastas consecutivas de Jokic, Michael Porter Jr. y Jamal Murray sentenciaron el partido ante el delirio del público local. Gordon cerró su gran actuación con 22 puntos, reafirmando su papel clave en la serie.
