El anuncio de Javier Tebas, presidente de LaLiga, de llevar el partido entre Villarreal y FC Barcelona a Miami el próximo 20 de diciembre ha abierto una nueva grieta en el fútbol español.
La iniciativa, concebida para impulsar la internacionalización del producto LaLiga en Estados Unidos, ha provocado una ola de reacciones divididas entre clubes, jugadores y federaciones.
Tebas lleva años defendiendo esta idea como una oportunidad para “acercar el fútbol español a los mercados internacionales” y fortalecer la marca de la competición. Sin embargo, el rechazo del Real Madrid ha vuelto a poner en duda la viabilidad y legitimidad del proyecto.
El Real Madrid: “Es una alteración del equilibrio competitivo”
Ya en agosto, el club blanco emitió un comunicado oficial en el que expresó “su más firme rechazo” a la propuesta de LaLiga.
“La medida vulnera el principio esencial de reciprocidad territorial que rige en las competiciones de liga a doble vuelta, alterando el equilibrio competitivo y otorgando una ventaja deportiva indebida a los clubes solicitantes”, explicaba el texto.
La entidad presidida por Florentino Pérez también recalcó que una decisión de este calibre debería contar con el acuerdo expreso y unánime de todos los clubes participantes, advirtiendo que su aprobación supondría “un antes y un después para el mundo del fútbol”.

Dani Ceballos: “Está claro que adulteran la Liga”
El centrocampista del Real Madrid, Dani Ceballos, se pronunció en el programa El Chiringuito sobre el tema, mostrando su total desacuerdo con la iniciativa de Tebas.
“Justo lo estaba hablando con mi novia ahora, está claro que adulteran la Liga”, sentenció el andaluz, alineándose con el discurso institucional del club blanco.
Sus palabras han vuelto a alimentar la controversia sobre los efectos deportivos y económicos que podría tener disputar un partido de liga oficial fuera del territorio español.
Repercusiones en la Supercopa femenina: nuevo veto del Madrid
El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, reveló que el Real Madrid también vetó la posibilidad de que la Supercopa femenina se disputara en Miami, una propuesta que ya estaba en fase avanzada de negociación.
“El torneo tenía un acuerdo para jugarse en Miami, pero un club ha dicho que este año no lo veía claro”, explicó Louzán, haciendo referencia al conjunto blanco.
La decisión, según informó SPORT, ha generado malestar en varios clubes de la Liga F, ya que el proyecto contemplaba una retribución de unos 150.000 euros por equipo participante, además de la proyección mediática que supondría jugar en Estados Unidos.