Cuando Endrick Felipe Moreira de Sousa aterrizó en el Real Madrid hace poco más de un año, la expectativa era enorme.
El joven delantero brasileño llegaba con apenas 17 años, comparado con Vinicius Jr. y Rodrygo Goes, y con el aval de haber debutado —y marcado— con la selección absoluta de Brasil.
Pero a día de hoy, la ilusión se ha transformado en preocupación.
A 20 de octubre de 2025, el atacante todavía no ha disputado ni un solo minuto oficial con el primer equipo blanco en la presente temporada, una situación que ha encendido las alarmas tanto en el club como en su entorno.
El banco eterno y el gesto que lo dice todo
La imagen que más ha resonado entre los aficionados merengues fue la de Endrick calentando en Getafe, sin llegar a entrar al campo.
El gesto de frustración del brasileño al final del encuentro evidenció un malestar interno: no se siente parte del plan de Xabi Alonso, técnico que esta temporada ha asumido las riendas del equipo tras la salida de Ancelotti.
Incluso futbolistas con menos cartel, como Gonzalo García, están recibiendo más minutos, una señal de que Endrick no figura en la rotación inmediata del entrenador.
Un presente incierto y una posible cesión
En el Real Madrid la palabra “cesión” suele ser tabú, pero el caso de Endrick podría ser la excepción.
El jugador y su entorno ya consideran seriamente la posibilidad de salir a préstamo en el mercado invernal, buscando continuidad y minutos que le permitan recuperar confianza y ritmo competitivo.
La situación recuerda a lo vivido el pasado verano, cuando la Real Sociedad sonó como destino ideal antes de que una lesión muscular frenara la operación.
Hoy, plenamente recuperado, el brasileño ve cómo se esfuma su gran objetivo: mantenerse en el radar de Carlo Ancelotti para el Mundial 2026.
