Miguel Herrera no tuvo el debut soñado al frente de la selección de Costa Rica. En una noche gélida en Orlando, el equipo tico fue superado por Estados Unidos con un contundente 3-0 en el Inter&Co Stadium, en un duelo marcado por el dominio norteamericano y las carencias del equipo centroamericano.
El partido inició con una propuesta ofensiva de los costarricenses, que presionaron alto durante los primeros diez minutos. Sin embargo, esa intensidad no fue suficiente para evitar que Estados Unidos equilibrara las acciones y tomara el control del juego. La dupla formada por Diego Luna y Brian White fue una auténtica pesadilla para la defensa tica, que mostró descoordinación y falta de cohesión. El primer gol llegó al minuto 22, cuando Luna encontró un espacio tras la débil marca de Rashir Parkins y filtró un pase preciso para White, quien definió con frialdad ante Esteban Alvarado.
Pese al golpe, Costa Rica tuvo una oportunidad de empatar antes del descanso. Alejandro Bran probó suerte desde fuera del área, pero el arquero Zach Steffen respondió con una espectacular atajada que mantuvo la ventaja estadounidense. En la segunda mitad, Costa Rica intentó reaccionar con ajustes tácticos y generó una clara oportunidad a través de Allan Cruz, cuyo disparo fue nuevamente desviado por Steffen. A medida que avanzaba el partido, los ticos comenzaron a perder intensidad, lo que permitió a Estados Unidos imponer su ritmo.
Caden Clark aumentó la ventaja en el minuto 67 tras capitalizar un error en la salida costarricense. Alejandro Bran perdió el balón en una zona peligrosa, y el mediocampista norteamericano no perdonó con un remate preciso. El tercer y definitivo gol llegó en los últimos instantes del partido. Patrick Agyemang cerró la goleada con un potente disparo que dejó sin reacción al arquero tico Anthony Walker.
Ahora, Miguel Herrera y Costa Rica deben enfocarse en su próximo desafío: el repechaje frente a Belice por un cupo en la Copa Oro. Los partidos se disputarán el 17 y el 24 de marzo en San José y Belmopán, respectivamente. La presión está sobre el técnico mexicano, quien buscará enderezar el rumbo de su equipo.