Lewis Hamilton demostró su grandeza al imponerse en la carrera al esprint de Shanghái, dejando claro que Ferrari ya gira en torno a su liderazgo. Su capacidad para adaptarse a su nueva monoplaza, mantener a raya a Charles Leclerc y avivar la ilusión de los tifosi confirma su impacto inmediato en la escudería italiana.
El británico cruzó la meta primero ante una tribuna teñida de rojo, en una prueba marcada por la degradación extrema de neumáticos. Su ingeniero lo resumió por radio como una “masterclass de gestión de neumáticos”, pues Hamilton no solo defendió la posición, sino que su propio ritmo fue la clave para mantener a raya a Oscar Piastri y Max Verstappen, quienes completaron el podio. El neerlandés intentó el asalto, pero el Red Bull sufrió un desgaste prematuro de sus neumáticos delanteros, lo que permitió al australiano adelantarlo a tres vueltas del final.
La prueba, de 19 giros, tuvo momentos de gran paridad con tres monoplazas distintos peleando por la victoria. Sin embargo, el desgaste del caucho pronto transformó la lucha en una batalla estratégica. Lando Norris, que aspiraba a estar en la pelea, quedó fuera de la contienda tras un error en la primera vuelta que lo hizo perder tres posiciones. Pese a su remontada hasta el octavo puesto, que le otorgó un punto, su desempeño quedó por debajo de lo esperado para un aspirante al título.
Hamilton se mostró exultante tras la carrera: “Me desperté sintiéndome genial, el tiempo es maravilloso y la grada fantástica. Mucha gente subestima el desafío de adaptarse a un nuevo equipo. Afinamos el coche y tuve una gran salida, con mucho agarre en este asfalto nuevo. Fue difícil gestionar los neumáticos”, explicó. Y con un mensaje directo a Ferrari y a los aficionados italianos, añadió: “No siento la presión. Sé que el equipo quiere ganar, pero Roma no se construyó en un día. Hay que mantener la concentración y la calma”.
El triunfo de Hamilton en el esprint de Shanghái no solo refuerza su papel dentro de Ferrari, sino que también demuestra su capacidad de adaptación y liderazgo en un entorno nuevo. Su dominio estratégico y su maestría en la gestión de neumáticos marcaron la diferencia en una carrera donde la degradación fue clave.