El debut de Liam Lawson como piloto titular de Red Bull en la temporada 2025 de la Fórmula 1 no ha sido el esperado. Su participación en el Gran Premio de Australia terminó de manera desastrosa, con tiempos poco competitivos en las prácticas y un accidente en carrera. Esto ha intensificado la presión sobre el joven neozelandés, quien reemplazó a Checo Pérez en una decisión que generó controversia, especialmente porque Yuki Tsunoda parecía tener más méritos para obtener el asiento.
Desde Red Bull han justificado su bajo rendimiento alegando que nunca había competido en Albert Park. Sin embargo, esta explicación tiene fecha de caducidad, y el asesor deportivo de la escudería, Helmut Marko, ha dejado en claro que Lawson será evaluado en un rango específico de carreras.
«Quería demostrarnos lo que podía hacer, y desafortunadamente, eso salió mal. Tenemos que dejarle relajarse un poco ahora y observar su evolución entre las primeras tres y cinco carreras».
Con esta declaración, queda claro que la paciencia en Red Bull tiene límites. Lawson será analizado a fondo entre los Grandes Premios de Japón y Arabia Saudita, ya que se argumenta que no puede ser juzgado duramente en circuitos desconocidos para él, como Albert Park y Shanghái, donde competirá este fin de semana. No obstante, después de esas primeras fechas, ya no habrá excusas.
A partir del GP de Japón en Suzuka, Lawson se enfrentará a circuitos donde ya tiene experiencia, como Bahréin y Yeda, lo que le obligará a demostrar su verdadero potencial. En Suzuka ya compitió en la F1 con VCARB en 2023 y tuvo experiencia previa en la Super Fórmula japonesa, mientras que en Bahréin y Arabia Saudita acumuló kilómetros durante su paso por la Fórmula 2.
El calendario no le da respiro y la presión seguirá en aumento. Lawson tiene hasta la quinta carrera de la temporada para convencer a Red Bull de que tomaron la decisión correcta con su fichaje, o de lo contrario, su futuro en la escudería podría verse comprometido.
