MI MAYOR DESAFÍO: THOMAS CHRISTIANSEN

Thomas Christiansen Tarín es un entrenador de fútbol y ex jugador que nació el 11 de marzo de 1973 en Hadsund. Tiene la ciudadanía española y danesa. Christiansen tiene una extensa carrera en el fútbol, habiendo jugado como delantero en varios clubes, incluido el FC Barcelona, y también ha dirigido varios equipos. Es conocido por sus funciones de entrenador en diferentes clubes y equipos nacionales, incluida su posición actual como entrenador de la selección nacional de fútbol de Panamá. Christiansen tiene una rica formación en el fútbol, tanto como jugador como entrenador, y tiene experiencia trabajando con varios clubes y equipos nacionales en diferentes países.

Desde que dejé el Leeds United en 2018, había tenido el deseo de estar a cargo de un equipo nacional. Tan pronto como me enteré de la oportunidad de entrenar a Panamá, no lo dudé.

Habiendo obtenido mis insignias de entrenador en un curso junto a notables exfutbolistas, incluyendo a Mauricio Pochettino, el destino me guió hacia el mundo del entrenamiento de fútbol. Sin una dirección clara al principio, sabía que esta oportunidad debía ser aprovechada, ya que el fútbol abre puertas y promete un futuro lleno de posibilidades.

Después de graduarme, mi camino enriquecedor me llevó a trabajar como primer asistente de Víctor Muñoz en el FC Neuchâtel Xamax en Suiza y luego a unirme a Luis Milla en Al-Jazira en los Emiratos Árabes Unidos. La experiencia creció en mí la ambición de convertirme en entrenador principal.

Mi viaje continuó al ser seleccionado para entrenar al equipo de la AFE, la Asociación de Futbolistas Españoles, una situación única sin presiones externas. Fue una experiencia inolvidable que marcó el inicio de mi camino hacia donde estoy ahora.

En AEK Larnaca, bajo la dirección de Xavi Roca, implementé un sistema que nos llevó a temporadas históricas en Chipre, luchando por el título con Apoel. La adaptabilidad fue clave, aprendiendo que las ideas del entrenador deben coincidir con las habilidades de los jugadores disponibles.

La oferta de Apoel Nicosia llegó, y después de ganar la liga, Victor Orta del Leeds United me contactó. Mi filosofía de control y posesión chocó con un equipo acostumbrado a un juego más directo. Aunque el comienzo fue positivo, los desafíos y altibajos nos persiguieron. Utilizamos el análisis de big data para reclutar y desafiar las limitaciones presupuestarias.

A pesar de no alcanzar la consistencia deseada, cerré ese capítulo con la oportunidad de dirigir en Bélgica, en el Royale Union Saint-Gilloise, un club con historia y ambición.

Mi travesía continúa, guiada por la pasión por el fútbol y la determinación de alcanzar nuevas alturas en la gestión y entrenamiento. Cada experiencia ha sido un escalón en mi evolución como entrenador, y estoy listo para enfrentar los desafíos que el futuro tiene reservados.

Entrenar a un equipo nacional como el de Panamá es diferente. Por un lado, hay una gama más amplia de jugadores.

Cuando hice mi presentación a la Federación Panameña de Fútbol, analicé a 63 futbolistas que potencialmente podrían ser elegibles para la selección. Quería saber con qué jugadores podía contar mientras nos parcimos en el camino hacia la próxima Copa del Mundo.

Había vivido en Panamá cuando era niño. Era curioso que, más de 40 años después, el destino me trajera de vuelta al país una vez más. Pero eso me motivó: era un lugar con el que estaba familiarizado y tenía grandes lazos emocionales.

Llegar a Panamá también fue complicado por la pandemia. El país estaba totalmente paralizado. Después del período de aislamiento, fuimos a Penonomé, en una zona residencial, para empezar a entrenar en una burbuja.

Ese fue mi primer contacto con el equipo nacional de Panamá. Los jugadores habían estado encerrados en casa durante cinco meses sin entrenar.

En Penonomé, me dediqué a analizar el nivel de los jugadores. También tuve que tomar decisiones sobre los cambios generacionales, dependiendo de lo que fuera mejor para el equipo. Sin embargo, fue muy positivo porque pude interactuar con los jugadores.

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«MI SUEÑO SIEMPRE HA SIDO LLEGAR A LA COPA DEL MUNDO, ESTE ES MI DESAFÍO CON PANAMÁ»

Los futbolistas panameños son físicamente fuertes, técnicamente en forma y atléticos, pero carecen de algún conocimiento del fútbol de base. Este es también uno de mis desafíos con el equipo nacional: desarrollar jugadores.

He tenido el placer de hablar mucho con Roberto Martínez sobre ese tema. Inició un proceso de reestructuración en el fútbol belga que ha sido maravilloso, y ha participado en el diseño de la ciudad deportiva de la Federación Belga. También ha contribuido a la construcción de un sistema de monitoreo para todos los jugadores del fútbol amateur, a través de un canal de televisión interno que dirige la federación. El trabajo que ha hecho allí perdurará.

Acepté el desafío de ir a Panamá precisamente por el potencial de mejora. Ya hemos mejorado muchos aspectos, y estoy orgulloso de eso, pero todavía queda un largo camino por recorrer. Hay cosas básicas que deben mejorarse, tanto deportivas como no deportivas. Esto se basa en el dinero, el esfuerzo y la voluntad. Lo que no se puede comprar, lo podemos dar en conocimiento. Debemos tener la ambición de invertir en el deporte.

Entrenar a Panamá es el mayor desafío de mi carrera como gerente. Cuando hice la entrevista final con el comité ejecutivo, les dije que, además de tener mi propio estilo, quería ayudar a cambiar el fútbol en el país. Quería implementar una metodología que fuera del equipo nacional senior a las categorías inferiores.

También me motivó tratar de unir al país en torno al equipo nacional, para que los aficionados volvieran a tener esa conexión con el equipo.

Lo más importante como entrenador es poner en práctica tu idea del juego, y que los jugadores la entiendan y se sientan cómodos con ella. Si los jugadores tienen la creencia, serán capaces de cualquier cosa. Es por eso que ahora se atreven a ser proactivos y a tener posesión. Por encima de todo, se sienten cómodos, apoyados y seguros.

Parte del compromiso con Panamá fue el viaja con el equipo a

Después de haber logrado mi deseo de entrenar a un equipo nacional, mi sueño siempre ha sido llegar a una Copa del Mundo.

Compromiso con Panamá

El técnico de la Selección de Panamá, Thomas Christiansen, lamentablemente perdió a su padre justo antes de las semifinales de la Nations League contra México.

La Federación Panameña de Fútbol informó sobre el fallecimiento de Bjarne Christiansen y expresó sus más sentidas condolencias a Thomas, sus familiares y allegados.

A pesar de esta situación difícil, Christiansen decidió permanecer con su equipo. Panamá llegó a Austin, Texas, esta tarde para participar en el Final Four de la Concacaf Nations League, que se llevará a cabo el próximo jueves en el AT&T Stadium.

En sus redes sociales, Thomas compartió un emotivo mensaje dedicado a su padre: «Papá, no sabes cuánto te echaré de menos. Gracias por todo lo que hiciste por nosotros. Te llevaré siempre en mi corazón. Descansa en paz».

Respecto al enfrentamiento contra México, Christiansen habló sobre el desafío de jugar contra ellos nuevamente, recordando la final de la Copa Oro 2023 en la que México resultó vencedor.

«No pudimos ganarles esa final, creo que es lo más cerca que hemos estado de lograrlo, pero ahora hay otro título en disputa y queremos mostrar el nivel que hemos tenido en los últimos tiempos», comentó Christiansen en una conferencia de prensa.

«Para mí, enfrentar a México es un desafío adicional. No les he ganado en ningún momento, por eso este próximo partido es importante. Tenemos la experiencia de jugar contra ellos, será una prueba para mis jugadores y un gran duelo», concluyó el estratega.

Fuente: The Coach Voices