Después de 17 años y 33 trofeos, Thomas Müller acaba de disputar su último partido como jugador del Bayern Múnich y acude a la zona mixta del estadio Mercedes Benz de Atlanta para escribir su epílogo con la única camiseta que vistió a nivel de clubes durante su carrera. Ante los micrófonos analiza la reciente derrota ante el Paris Saint-Germain, reconstruye las chances que tuvo su equipo, elogió al flamante campeón de Europa y se lamenta por la escalofriante lesión de Jamal Musiala.

Pero cuando uno de los periodistas le pregunta sobre el final de su etapa en el club Bávaro, sobre el cierre de una época gloriosa, Müller expone su carácter competitivo y minimiza su respuesta: “Necesitas algo de tiempo para procesar todo lo ocurrido -expone Müller-. Las sensaciones del partido aún están muy presentes. Pero eso forma parte del trabajo, estar aquí y responder a las preguntas. No me siento diferente de antes del partido. Soy consciente de que éste ha sido mi último partido aquí, y ahora veré qué pasa por mi cabeza en los próximos días. Muchas veces he dicho cómo veo mi tiempo aquí y que llegaría a su fin en algún momento. Lo que siento al respecto no ha cambiado, ni siquiera ahora que ha terminado”.

La despedida de Müller simboliza el fin de una era gloriosa para el conjunto teutón. Surgido de sus inferiores, en 2008 realizó su debut como profesional y nunca más abandonó el club. Con los años se transformó no solo en una de sus figuras: también se convirtió en uno de los líderes del arrasador gigante de la Bundesliga. Las cifras son astronómicas: levantó 13 trofeos de Bundesliga, dos Champions League, seis Copas de Alemania, ocho Supercopas de Alemania y dos Supercopas de Europa.

Te puede interesar:  Messi está progresando en la rehabilitación de su tobillo ¿Participará en el próximo encuentro del Inter Miami?

“Le di un gran abrazo en la cancha -rememora Manuel Neuer, el otro gran bastión histórico del Múnich tras su contratación en 2011-. Ya lo había hecho en el Allianz Arena [en el último partido por Bundesliga], lo hice cuando estuvimos en Stuttgart con la selección nacional [después de la eliminación frente a España en la Euro 2024]. Creo que se ha despedido de los hinchas en numerosas ocasiones, también a los medios. Tuvo una etapa increíble en el Bayern. Dio todo por el club, por el equipo, y por él también. Y obviamente, le deseo lo mejor para el futuro – tanto personalmente como para su carrera”.

Thomas Müller(Photo by Dylan Buell/Getty Images)
Thomas Müller
(Photo by Dylan Buell/Getty Images)

Su palmarés es insondable, plagado de récords con la camiseta del gigante alemán. Müller es el jugador con más presencias en la historia del club, con 755 partidos, por encima de los 709 encuentros que disputó Sepp Maier. También es propietario de una posición de privilegio en la tabla de sus artilleros: ocupa la tercera posición con 250 goles, por detrás de los 565 de Gerd Müller y los 344 de Robert Lewandowski. Además, sazonó sus cifras con 276 asistencias. Pero sus méritos también se extienden a la selección nacional: fue campeón del mundo en el Mundial de Brasil 2014.

Te puede interesar:  Jürgen Klopp NO dirigirá a la Roma por el momento

“Será difícil para mí darme cuenta que no estará aquí. Pero así es el fútbol a veces, las cosas cambian rápidamente. Realmente disfruté compartir con él los últimos dos años, adentro y afuera de la cancha”, concluyó el austriaco Konrad Laimer, quien se mudó a Múnich en 2023 tras vestir la camiseta del RB Leipzig durante cinco años.

Tras anunciar que no renovaría su contrato de cara a la próxima temporada porque “el club ha decidido conscientemente no negociar conmigo un nuevo contrato para la próxima temporada”, Müller prolongó su vínculo hasta el final del Mundial de Clubes: «En las últimas semanas se ha centrado totalmente en lo que tenía que hacer por el equipo, en vivir el momento. Empezó su carrera como un profesional total y la terminó de la misma manera. Thomas probablemente dirá que eso es completamente normal, pero yo puedo decirles que es único en su especie», expresó el entrenador Vincent Kompany.

Te puede interesar:  Mikel Arteta: La estética sin títulos y los fantasmas de los fracasos

Titular en el debut ante el Auckland City, Müller marcó por duplicado ante los neozelandeses. Aquellos serían los últimos goles con su camiseta, aunque luego ingresaría desde el banco ante Boca Juniors, repetiría dentro del once inicial en la caída ante Benfica, sumaría unos pocos minutos ante Flamengo y se despediría con diez minutos ante el PSG en busca de un empate que nunca llegó.

Más allá del impacto histórico de sus cifras, títulos y años, Müller dejó una marca indeleble en la historia del fútbol al inventar una posición dentro del campo de juego que requirió un nombre específico que él mismo concibió: el término alemán Raumdeuter se traduce como intérprete de espacios, una palabra que sintetiza a la perfección su esencia. Su lectura del juego y su arsenal de recursos para ocupar los espacios y exprimirlos al máximo lo convirtieron en un delantero único en su clase. Müller no solo es el primer Raumdeuter: también es su epítome. Tras despedirse de Múnich, comenzará una nueva etapa en su vida.

¡Aviso de Facebook para la UE! ¡Necesitas iniciar sesión para ver y publicar comentarios de FB!
Compartidos: