La tensión en Vila Belmiro alcanzó su punto más alto este miércoles por la noche, cuando Neymar Jr., visiblemente afectado tras la derrota 1-2 ante Internacional, respondió de forma directa a los cuestionamientos que ha recibido desde su regreso al Santos FC. En un mensaje publicado en sus redes sociales, el delantero dejó abierta la posibilidad de abandonar el club si percibe que su presencia ya no es bien recibida por la hinchada.
“Vine al Santos para ayudar, pero si los hinchas creen que ya no aporto o que perjudico al club, seré el primero en irme”, expreso Neymar a través de sus redes sociales La declaración vino después de un acalorado intercambio verbal con un aficionado desde las tribunas, justo al finalizar el encuentro, en un contexto de crisis deportiva para el conjunto paulista.
Desde su regreso al club a comienzos de 2025, Neymar ha estado bajo el escrutinio constante de la prensa y la afición. En lo que va del año, ha disputado apenas 15 partidos oficiales, con un saldo de 4 goles y 3 asistencias, cifras discretas que no logran compensar las enormes expectativas generadas por su vuelta al club que lo vio nacer.
En el Brasileirao, su desempeño ha sido aún más limitado 1 gol en 7 presentaciones, mientras Santos lucha por evitar otro descenso que sería devastador para su historia reciente. Más allá del plano deportivo, Neymar mostró su lado más humano al explicar su reacción frente a los insultos recibidos
“Jamás voy a discutir por críticas al rendimiento. Pero no acepto que me llamen mercenario o insulten a mi familia. Disculpen, pero soy humano y a veces es difícil controlarse”, expresó el atacante, que ha tenido que lidiar con una mezcla de apoyo incondicional y severas recriminaciones desde su retorno. Paradójicamente, el aficionado con quien discutió terminó ofreciendo disculpas en redes sociales, admitiendo que se dejó llevar por la frustración del momento.
Mientras el Santos busca recuperar el rumbo, Neymar tiene otra motivación a corto plazo: Carlo Ancelotti anunciará pronto su lista definitiva para los dos últimos partidos de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026, ante Chile en el Maracaná y Bolivia en La Paz. El jugador de 33 años aún espera convencer al seleccionador de que puede ser parte del ciclo mundialista, pero sabe que el tiempo corre en su contra.
Con el ambiente dividido en Vila Belmiro, las lesiones recientes aún pesando y los resultados sin acompañar, el futuro de Neymar en Santos es más incierto que nunca. Él mismo ha dejado la pelota en la cancha de la afición si siente que ya no es útil, no dudará en dar un paso al costado.
Por ahora, el astro brasileño sigue comprometido. “Mientras me queden fuerzas, voy a luchar, correr y gritar por este escudo”, escribió. Pero en un club que vive entre la nostalgia de sus glorias pasadas y el miedo a un futuro sombrío, todo puede cambiar de un partido a otro.