Pedri González ha repasado la actualidad del FC Barcelona en una extensa charla con ‘Esquire’, donde ha dejado titulares que han sacudido el entorno culé. El tinerfeño, tras ver las imágenes virales de Lionel Messi en el césped del Camp Nou, no ocultó su deseo de volver a compartir equipo con el astro argentino, a quien considera el mejor de la historia y una pieza clave en su adaptación al fútbol de élite.
El «efecto Flick» y la ambición por el Triplete
El centrocampista destacó el cambio drástico que ha supuesto la llegada de Hansi Flick al banquillo. Según Pedri, el técnico alemán ha aportado una seriedad y disciplina táctica inéditas, implementando un sistema de presión alta que, aunque arriesgado, considera letal si se ejecuta correctamente. «Le ha dado al club un toque a la alemana», afirmó, destacando también el perfil cercano y familiar del entrenador en el trato diario.
Pese a la amargura del último Clásico —donde sufrió su primera expulsión y una posterior lesión—, Pedri mantiene intacta la ambición del vestuario. El canario aspira a repetir el triplete nacional de la temporada pasada y suma a los objetivos la conquista de la Champions League, situando al Barça al nivel de candidatos como el Manchester City o el Real Madrid.
(Photo by Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images)
Pedri y la influencia del «Tiburón»
Pedri también abordó el aspecto más duro de su carrera: las lesiones. Reconoció que el factor mental es el mayor obstáculo y que busca refugio en su familia para superar esos periodos fuera del grupo. Sobre su preparación física, reveló una curiosa rutina impuesta por él mismo: solo desayuna los días de partido, optando por comidas contundentes, un consejo que adoptó de su compañero Ferran Torres.
El mediocentro describió su relación con el «Tiburón», quien lo lleva a entrenar diariamente, formando un binomio de contrastes entre la hiperactividad del valenciano y la calma natural del canario. Pese a la presión profesional y las críticas constructivas de su círculo íntimo, Pedri asegura que mantiene viva la esencia del niño que jugaba en el patio de su pueblo, soñando ahora con que ese «placer puro» incluya de nuevo a Messi a su lado.
