Los Golden State Warriors comenzaron con el pie derecho su serie de semifinales del Oeste al vencer 99-88 a los Minnesota Timberwolves en un duelo marcado por la intensidad defensiva y la inesperada lesión de su máxima figura, Stephen Curry.
El bahameño Buddy Hield fue la gran figura ofensiva de la noche con 24 puntos, liderando a unos Warriors que supieron mantenerse firmes tras la salida de Curry, quien abandonó el partido en el segundo cuarto por una molestia muscular. En apenas 13 minutos, el base estrella sumó 13 puntos y tres triples antes de dirigirse al vestuario sin regresar al juego.
“Lo evaluaremos día a día. Mañana se le hará un análisis”, comentó el entrenador Steve Kerr en la rueda de prensa posterior. “Por supuesto que estamos preocupados, pero estas cosas pasan en el deporte. El equipo respondió como debía, sabiendo que tenían que salir a ejecutar sin su líder”.

(Photo by David Berding/Getty Images)
Ambos conjuntos mostraron una sólida defensa, manteniendo a su rival por debajo del 40% de efectividad en tiros de campo. No obstante, los Warriors sacaron ventaja al contener a los Timberwolves con apenas 31 puntos en la primera mitad.
En el tercer cuarto, Golden State capitalizó su dominio, alcanzando una ventaja máxima de 23 puntos, suficiente para manejar el cierre del partido pese a los intentos de reacción de Minnesota.
Con la serie 1-0 a su favor, la preocupación principal de los Warriors ahora gira en torno a la salud de Curry, mientras los Timberwolves deberán ajustar su ofensiva si quieren igualar la serie en el próximo duelo.