El Athletic Club de Bilbao sorprendió al mundo del fútbol con un anuncio inesperado: Nico Williams, una de las piezas más codiciadas del mercado, ha renovado su contrato con el club rojiblanco hasta 2035. El delantero navarro, que era pretendido por el FC Barcelona, ha optado por quedarse en San Mamés con una mejora sustancial de su cláusula de rescisión.
«Estoy donde quiero estar, con los míos. Esta es mi casa. Aupa Athletic», expresó el propio jugador en el video oficial del anuncio, señalando orgullosamente el parche de la Champions League, que el club disputará la próxima temporada.
Una renovación cargada de simbolismo
El mensaje vino acompañado de la etiqueta #AthleticWIN, una combinación que hace alusión a Williams, Iñaki y Nico, una declaración simbólica que el club no tardó en remarcar en su comunicado oficial:
«Su paso adelante ante las mareantes ofertas es un rotundo éxito del Athletic Club, un Athletic WIN en toda regla».
Este gesto ha sido interpretado como una respuesta directa al FC Barcelona, que llevaba semanas en negociaciones con el entorno del jugador. Aunque desde el entorno culé se intuía un desenlace difícil, la confirmación oficial ha caído como un jarro de agua fría para los planes del conjunto azulgrana.
Una estrategia bien ejecutada por el Athletic
El anuncio se complementó con un video grabado un año antes, donde Nico estrenaba el dorsal ’10’ heredado de Iker Muniain:
«Muy orgulloso de poder llevar este número y hacer historia como ha hecho él.»
Además, publicaciones en redes sociales como «Se queda», compartida por su hermano Iñaki Williams, o el mensaje «AthleticWIN está de vuelta. Bueno, qué leches, nunca ha dejado de estar», refuerzan la narrativa del club: el Athletic ha ganado esta batalla de mercado y lo celebra con orgullo.
Un golpe para el Barça y una apuesta firme por la continuidad
El FC Barcelona no recibió una notificación oficial por parte del jugador antes del anuncio y se enteró del desenlace a través de las redes sociales del club bilbaíno. El interés culé por fichar a Nico Williams era firme, pero la estrategia del presidente Jon Uriarte y su equipo fue decisiva para asegurar la continuidad de su gran promesa.
