La tensión entre los futbolistas profesionales y la FIFA ha alcanzado un nuevo punto debidi a que la Fundación Justice for Players (JfP) interpuso formalmente una demanda colectiva ante el Tribunal de Distrito de Midden-Nederland, respaldada en el fallo reciente del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en el caso Lassana Diarra. La acción legal tiene como objetivo exigir compensaciones económicas por los daños ocasionados a decenas de miles de jugadores cuyas carreras habrían sido condicionadas por normas que hoy se consideran ilegales.
El detonante fue la histórica sentencia del TJUE, que en diciembre pasado dio la razón a Diarra al considerar que la FIFA violó el derecho de competencia de la UE y el principio de libre circulación de trabajadores, al impedir al jugador rescindir unilateralmente su contrato con el Lokomotiv de Moscú y firmar con el Charleroi belga. El fallo, demoledor, calificó las normas de la FIFA como un obstáculo ilegal para los derechos laborales dentro del espacio europeo, abriendo la puerta a una acción judicial colectiva a gran escala.
La JfP, una fundación holandesa creada para defender los intereses legales de los futbolistas, presentó la demanda en nombre de todos los jugadores actuales y retirados que hayan sido perjudicados por las normativas de la FIFA desde 2002 hasta la fecha. Las estimaciones iniciales calculan que alrededor de 100.000 futbolistas profesionales de la UE y el Reino Unido podrían estar dentro del grupo afectado.
El objetivo de la demanda es lograr una compensación económica proporcional a las pérdidas sufridas por los jugadores, cuyas oportunidades de transferencias, contratos y progresión profesional se habrían visto truncadas o limitadas por restricciones contractuales impuestas sin una base legal legítima.
La FIFPRO Europa, principal sindicato de futbolistas en el continente, emitió un comunicado oficial reconociendo la legitimidad de la iniciativa “FIFPRO Europa reconoce el derecho fundamental de los jufadores a buscar justicia y apoya una compensación justa para quienes han visto vulnerados sus derechos”, subrayaron. Sin embargo, el sindicato también aclaró que se tomará el tiempo necesario para evaluar a fondo los detalles legales y estratégicos del proceso, buscando garantizar que la voz colectiva de los futbolistas se escuche en todos los foros pertinentes.
El impacto de esta demanda podría ser trascendental para el ecosistema del fútbol. No solo pone en tela de juicio las reglas históricas de contratación y transferencia que ha impuesto la FIFA durante dos décadas, sino que sienta un precedente jurídico que podría extenderse más allá del ámbito europeo.
Además, pone presión sobre las federaciones nacionales, también incluidas en la acción legal, para revisar su adhesión automática a normas que ahora podrían considerarse incompatibles con la legislación comunitaria.
En su declaración, FIFPRO insistió en que esta situación debería servir como catalizador para repensar el modelo de gobernanza actual del fútbol “Impulsaremos reformas significativas hacia estructuras más inclusivas, que protejan los derechos fundamentales de los jugadores y la competencia leal”.
Por su parte, la FIFA aún no ha emitido un comunicado oficial sobre la demanda, pero se espera que la batalla legal y mediática se intensifique en las próximas semanas. La demanda colectiva promovida por Justice for Players es, en palabras de sus impulsores, una forma de reivindicar la dignidad profesional de los futbolistas. Lo que comenzó como el caso puntual de Lassana Diarra se ha transformado en un movimiento legal sin precedentes, que podría redefinir los equilibrios de poder en el fútbol global. El balón ya está rodando en los tribunales.