Con tan solo 15 años, Laure Lucía Castillo van den Hurk ya ha escrito su nombre en la historia del fútbol panameño. La joven promesa fue fichada por el Feyenoord Rotterdam, uno de los clubes más tradicionales de los Países Bajos, convirtiéndose así en la primera panameña en integrar un equipo juvenil profesional en ese país europeo.

Su camino hacia este logro comenzó en 2015, cuando su familia se mudó a Países Bajos nación natal de su madre debido a un traslado laboral de su padre. Tenía apenas cinco años, pero ya mostraba una afinidad especial con el balón. A los siete, ingresó al club amateur RKDEO, donde fue la única niña del equipo masculino. Lejos de intimidarse, ese entorno fue un impulso para su desarrollo.

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En una conversación con la Revista Ellas la Panameña comento , «Mi papá siempre creyó en mí», cuenta Laure. «Entrenábamos entre dos y tres veces por semana aparte de las prácticas del club, y eso me ayudó a avanzar más rápido que mis compañeros». En poco tiempo, su esfuerzo dio frutos: fue ascendida al primer equipo de su categoría en RKDEO, una señal clara de que su talento iba en serio. “Ahí entendí que iba por buen camino, me lo creí y sigo creyendo en mi sueño de ser futbolista profesional”.

Con apenas 12 años, fue observada por scouts durante un partido, mientras ya formaba parte de los entrenamientos del club profesional ADO Den Haag. Poco después, recibió la invitación del Feyenoord para realizar entrenamientos de prueba. “Antes de empezar la nueva temporada tomé la decisión de irme con Feyenoord”, comentó sobre ese momento decisivo.

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Durante las siguientes temporadas, Laure compaginó sus entrenamientos semanales con el Feyenoord mientras seguía jugando con su club. Tras tres años de constancia y disciplina, logró concretar su fichaje para la temporada 2025-2026, dando un paso más hacia su sueño.

“Ser la primera panameña en pertenecer a un club profesional en categoría juvenil en Países Bajos me llena de mucha satisfacción», confesó con orgullo, aunque rápidamente añadió: «en realidad no me siento mucho más especial que mis compañeras que también juegan en el Feyenoord y nacieron en Países Bajos”.

Sus objetivos están bien definidos: afianzarse como pieza clave del equipo, sumar minutos importantes y conquistar títulos. Pero su ambición va más allá. Laure sueña con jugar en el primer equipo del Feyenoord, representar a Panamá en la selección nacional.

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Para ella, la clave está en amar lo que se hace. “Lo más importante es que uno disfrute con todo su corazón el deporte”, afirma, resaltando además que la mentalidad, la disciplina y la constancia son tan fundamentales como el talento.

Y aunque ya está haciendo historia, no olvida los desafíos que representa ser mujer en un deporte históricamente dominado por hombres. “Hay que creer en sí mismo y no dejar que otros te hagan dudar», expresó. «En un deporte como el fútbol, es una gran lucha ganar respeto e igualdad. Aunque hemos avanzado mucho, todavía hay camino por recorrer. Pero juntas podemos hacer la diferencia”.

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