Los New York Knicks firmaron una remontada espectacular en el Juego 2 de las semifinales de conferencia, superando una desventaja de 15 puntos para imponerse por 108-100 ante los Boston Celtics.
Cuando restaban apenas 14 minutos y los Knicks estaban abajo 85-70, la defensa neoyorquina se transformó en una muralla, permitiendo solo una canasta de campo en los últimos ocho minutos.
El giro del partido se consolidó con la imagen de Jayson Tatum perdiendo el balón ante una doble marca, entregando simbólicamente el triunfo a los locales. La ofensiva de Boston, dominante durante gran parte del encuentro, se derrumbó en el momento más crucial, dejando escapar un juego que parecía controlado.
Boston, sin puntería desde el perímetro
Uno de los mayores dolores de cabeza para los Celtics en esta serie ha sido su pobre rendimiento desde la línea de tres. Tras un errático primer partido (15 de 60, 25%), el equipo volvió a sufrir en el Juego 2 con apenas 10 triples en 40 intentos, repitiendo el 25% de efectividad. En total, Boston ha encestado solo 25 de 100 triples en los dos primeros encuentros, una estadística preocupante para un equipo que basó buena parte de su éxito en la temporada regular en su capacidad perimetral.

(Photo by Maddie Meyer/Getty Images)
Pese a que un triple de Payton Pritchard amplió la ventaja a 84-68 a falta de ocho minutos, los Celtics no supieron sostener el ritmo. Solo una clavada de Tatum en los últimos segundos evitó un cierre sin puntos de campo.
Nueva York, con el impulso de su lado
La racha final de 23-6 a favor de los Knicks fue una demostración de carácter, intensidad y una defensa asfixiante. Con el apoyo del público asegurado en los próximos juegos en el Madison Square Garden y la serie 2-0 a su favor, Nueva York luce confiado y con el control emocional del cruce.
Ahora, toda la presión recae sobre los Celtics, que deberán reencontrarse con su mejor versión si quieren revertir una serie que amenaza con escapárseles de las manos.