Por primera vez en su historia, el Kairat Almaty jugará la UEFA Champions League en casa, convirtiéndose en el equipo más oriental en alcanzar la fase de grupos del torneo más prestigioso de clubes del mundo. Con sede en Kazajistán, a solo 300 kilómetros de la frontera con China, el club rompe barreras geográficas y culturales al clasificar tras una dura fase de playoffs en la que dejó fuera a gigantes como Slovan Bratislava y el Celtic de Escocia. Su debut será nada menos que ante el Real Madrid, en lo que será un acontecimiento nacional para Kazajistán.
Lo que hace aún más singular esta clasificación histórica es el factor geográfico. El Kairat se convierte en el club más alejado del oeste europeo que ha competido en la Champions. Su ubicación exige que los jugadores recorran 44,982 kilómetros en total durante la fase de grupos más que una vuelta al mundo para enfrentar a sus rivales en Londres, Lisboa, Copenhague y Milán.
El club kazajo necesitará vuelos de 13 horas de duración solo para llegar a Madrid. Sin duda, una logística inédita en la competición.
Desde la caída de la Unión Soviética en 1992, Kazajistán se constituyó como una nación independiente. Inicialmente formó parte de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC), pero en 2002 fue admitido en la UEFA bajo el argumento geopolítico de que entre el 10 y el 15% del país se encuentra en territorio europeo. Este detalle ha permitido que sus clubes compitan en torneos continentales como la Champions League y la Europa League.
Con esta clasificación, el Kairat Almaty iguala el hito del FC Astana, que en la temporada 2015-2016 se convirtió en el primer club de Kazajistán en disputar la fase de grupos del torneo. Ahora, el Kairat entra como campeón de la liga número 33 del ranking UEFA entre 55 federaciones miembro, consolidando su nombre en la élite continental.
Su debbut soñado en casa, será frente al Real Madrid, el rey de Europa. Un enfrentamiento que simboliza el enorme contraste entre tradición y novedad, entre el equipo más laureado del continente y uno que jugará su primera Champions desde la región más remota del mapa UEFA. Kazajistán se prepara para vivir una auténtica fiesta futbolística y, quizás, para sorprender al mundo.
