Wayne Rooney, una de las grandes leyendas del Manchester United y del fútbol inglés, sacó a la luz uno de los episodios más duros de su carrera profesional. El exdelantero confesó que, tras abandonar el Everton y fichar por los diablos rojos en 2004 por más de 30 millones, fue víctima de amenazas de muerte procedentes de sectores de la afición del club que lo vio crecer.
En declaraciones a la BBC, Rooney no esquivó el tema y habló con crudeza sobre el impacto personal que tuvo aquella decisión. “Recibí amenazas de muerte”, “Pintaron y destrozaron la casa de mis padres y de mi novia”.
El cambio de camiseta no solo supuso un salto deportivo, sino también un choque emocional. Dejar el Everton para firmar por el Manchester United significaba, además, trasladarse a un club con una rivalidad histórica con Liverpool, lo que intensificó el rechazo desde su propia ciudad.
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Photo by Alex Livesey/Getty Images
Wayne Rooney y fortaleza mental
“En esos momentos tienes que ser muy fuerte mentalmente y apoyarte en la gente que tienes cerca. Irme del Everton fue muy difícil, porque me fui al Manchester United y Liverpool y Mánchester tienen una gran rivalidad, lo que lo hizo más difícil”. A pesar del contexto hostil, el entonces joven futbolista tuvo claro su camino. “Mi mentalidad siempre fue ‘no me importa’. Sabía lo que quería y sabía cómo llegar allí. Tuve que ser muy fuerte de mente. Era gente de mi ciudad, así que fue duro, pero pensé: ‘no me importa, tienes que ser egoísta y tomar decisiones’”.
Rooney también reflexionó sobre cómo ha cambiado el fútbol en las últimas dos décadas, señalando a las redes sociales como el gran factor diferencial. Comparó su experiencia como adolescente con la de su hijo Kai, quien actualmente juega en la cantera del Manchester United.
“La diferencia ahora son las redes sociales. Cuando era joven, yo salía en los periódicos y la gente en Liverpool me conocía”, explicó.
“Ahora veo a mi hijo, que tiene 16 años y está en redes sociales. Juega para el United, está patrocinado por Puma y hay miles de personas que le ven jugar. A mí no me pasaba eso”.
El testimonio de Rooney pone en perspectiva el precio personal que muchos futbolistas pagan por decisiones que marcan su carrera. Detrás del éxito, los títulos y la gloria en Old Trafford, hubo también miedo, presión y una madurez forzada a edad temprana.
