El regreso de Álvaro Morata a Italia está prácticamente sellado. El delantero español ultima los detalles para convertirse en nuevo jugador del Como, equipo dirigido por Cesc Fàbregas, tras una compleja operación a tres bandas que involucró al Milan y al Galatasaray.
Las negociaciones se alargaron durante semanas, principalmente por la postura del club turco, que a principios de año había pagado 6 millones de euros para hacerse con la cesión del jugador y no estaba dispuesto a perder su inversión. Sin embargo, el diálogo reciente entre todas las partes destrabó la situación.
Según el acuerdo final, el Como compensará al Galatasaray con 5 millones de euros por rescindir el préstamo actual, mientras que el Milan recibirá 1 millón por la cesión de un año, más 9 millones de euros como obligación de compra al finalizar la temporada. En total, la operación ascenderá a unos 15 millones de euros.
Morata, actualmente de vacaciones en España, firmará contrato hasta junio de 2028. Su etapa más reciente, de febrero a mayo de este año en Turquía, resultó positiva: anotó 7 goles y repartió 3 asistencias en 16 partidos.
Más allá de las cifras, hay un factor emocional clave: su amistad con Fàbregas. Esa conexión personal ha sido un impulso decisivo para que el atacante acepte el proyecto del Como, un club que busca consolidarse en la Serie A con ambición y que, para Morata, representa un entorno ya familiar.
