El capitán de la Selección Española, Álvaro Morata, ha abierto su corazón como nunca antes. En el documental “Morata: No sabéis quién soy” de Movistar Plus, el delantero del Galatasaray relata su lucha contra la depresión, los ataques de pánico y el peso que ha tenido la presión mediática y los insultos recibidos, incluso vistiendo la camiseta de ‘La Roja’.
“¿Compensa seguir viniendo a la selección para que en los estadios te insulten y te piten? No compensa”, sentencia Morata en uno de los momentos más duros del documental.
A sus 32 años, el atacante madrileño comparte cómo el deterioro de su salud mental lo llevó a considerar simular lesiones para evitar partidos, e incluso a pensar en dejar el fútbol. El punto de inflexión llegó en abril de 2024, cuando inició tratamiento psiquiátrico con la doctora Pilar de Castro Manglano, quien lo describió como un paciente en un “estado de depresión muy profunda”.
(Photo by Alexander Hassenstein/Getty Images)
Ataques, redes sociales y una decisión pendiente
Morata pone el foco en el entorno tóxico que lo rodeó, especialmente durante su etapa final en el Atlético de Madrid y en su participación en la Eurocopa.
“Si quieres a una persona, la quieres también cuando está mal. Pensé que tras ganar la Eurocopa la gente sería más respetuosa”, reflexiona el futbolista.
El delantero fue protagonista recientemente en la final de la Nations League, donde falló un penal decisivo ante Portugal. Tras ese partido, dejó entrever su posible salida de la selección: “Es una posibilidad que no esté en septiembre”.
El papel de su entorno y el valor de hablar
Morata también agradece el respaldo de su pareja, Alice Campello, así como del seleccionador nacional, Luis de la Fuente, a quien considera el técnico más humano que ha tenido.
“Estaba en el sitio más oscuro donde una persona puede estar y confió en mí (…) Lo vivió como si fuera suyo”, destaca.
También menciona el apoyo emocional que recibió del exfutbolista Andrés Iniesta, quien vivió episodios similares en su carrera.
