Apenas tiene 13 años, pero su historia ya parece sacada de una película de superación, talento y sacrificio. Se llama Edwin Abdiel Vergara Trejo, aunque en las canchas todos lo conocen como “Wicho”, un joven futbolista nacido en Nuevo León, México, en 2012, que lleva en su sangre el orgullo y la garra de Panamá, herencia de su padre oriundo de Cerro Batea, San Miguelito.
Desde muy pequeño, Edwin supo lo que era el arraigo. Pasó parte de su infancia en tierras panameñas, viviendo cerca de su familia paterna durante seis meses, y fue allí donde su vínculo con Panamá echó raíces más profundas. Sin embargo, fue en México donde comenzó a forjar su camino futbolístico.
Un comienzo precoz
Con solo 4 años, Edwin inició su camino en el Club Guerreros de Escobedo, Nuevo León. Su velocidad y habilidad lo hicieron destacar rápidamente, al punto de ser promovido a jugar con una categoría mayor. A los 6 años, fue llamado por el selectivo A de Nuevo León para representar al estado en el Torneo Nacional U6, donde no solo se proclamó campeón, sino que también anotó 10 goles, dejando claro que su nombre debía ser tomado en cuenta.
Desde entonces, Wicho ha sido reconocido como jugador promesa, cosechando títulos como goleador del torneo y jugador más valioso en varias competencias a nivel nacional.
Campeón en cada paso
A lo largo de su joven carrera, Edwin ha brillado en los torneos más prestigiosos del fútbol base mexicano, levantando trofeos en la:
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Copa Internacional Youth Soccer
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Copa Mazatlán
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Copa Santos Peñoles
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Apple Cup
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Torneo Nacional MX
Y no se ha detenido ahí. Su talento lo ha llevado a traspasar fronteras:
en España, participó en la Donosti Cup y vivió experiencias únicas entrenando en las instalaciones de clubes históricos como el Real Madrid, Atlético de Madrid y el Barcelona. También fue subcampeón en la Dallas Cup, el torneo juvenil más importante de Norteamérica.
El gran salto: Pachuca
En 2023, Edwin tomó una decisión que marcaría su camino: irse a vivir solo a las instalaciones del Alto Rendimiento Tuzo (ART), el reconocido centro de formación del Club Pachuca, uno de los proyectos de fuerzas básicas más respetados de México y Latinoamérica. Allí, vive, entrena y estudia, enfocando todo su esfuerzo en desarrollarse como futbolista de élite.
En menos de tres años en el club, ya ha disputado tres finales de la Liga Mexicana de Fuerzas Básicas, consolidándose como una pieza importante dentro de su categoría.
Un futuro por escribir
Edwin “Wicho” Vergara no solo es una promesa del fútbol mexicano, también es un nombre que Panamá sigue de cerca, sabiendo que hay una parte de su identidad que late fuerte en este joven de mirada firme y pasos decididos.
