Los últimos instantes del Chelsea–PSG en la final del Mundial de Clubes 2025 dejaron una escena desafortunada protagonizada por el técnico del club parisino, Luis Enrique. Tras el pitido final y en medio de la tensión acumulada por la derrota (3-0), el entrenador asturiano fue captado agrediendo a Joao Pedro, delantero del conjunto inglés, en lo que podría derivar en una sanción oficial.
Aunque la normativa del Mundial de Clubes no contempla el traslado automático de sanciones a otras competiciones, según el artículo 74 del Código Disciplinario de la FIFA, el caso podría tener consecuencias si el Comité Disciplinario decide actuar de oficio.
La normativa vigente establece que “cualquier suspensión derivada de una tarjeta roja directa o indirecta no se traslada automáticamente a otras competiciones”.
Sin embargo, el informe del coordinador de partido de la FIFA será clave. De abrirse un expediente disciplinario, Luis Enrique podría enfrentarse a una sanción mínima de tres partidos, tal como recoge el artículo 2 del capítulo de infracciones del código disciplinario:
“Se impondrá una suspensión de al menos tres partidos o un periodo de tiempo adecuado al que agreda a un adversario u otra persona que no sea un oficial del partido.”
Esto incluiría acciones como codazos, puñetazos, empujones, patadas o escupitajos. En este caso, al tratarse de una agresión física a un jugador rival, la conducta del técnico del PSG entra directamente en este supuesto disciplinario.
A la espera de una resolución
Por el momento, la FIFA no ha emitido ningún comunicado oficial, pero fuentes consultadas por Mundo Deportivo aseguran que el comportamiento de Luis Enrique está bajo revisión. Si el expediente se abre y se confirma la agresión, la sanción podría cumplirse en futuros torneos FIFA o competiciones internacionales de clubes organizadas por el ente rector del fútbol mundial.
