El fútbol podría estar ante uno de sus mayores cambios en décadas. La FIFA, en colaboración con la IFAB, ha vuelto a poner sobre la mesa la llamada “Ley Wenger”, una propuesta que busca reformar la regla del fuera de juego y acabar con las decisiones milimétricas que tantas polémicas generan desde la llegada del VAR.
La idea nació de Arsène Wenger, exentrenador del Arsenal y actual director de desarrollo del fútbol mundial en la FIFA. Su propuesta plantea una modificación clave: un jugador solo estará en fuera de juego si todo su cuerpo está por delante del penúltimo defensor, en lugar de que lo esté cualquier parte del cuerpo como ocurre actualmente.
El objetivo es claro: favorecer el ataque, aumentar el número de goles y reducir los fueras de juego por centímetros que el ojo humano apenas puede percibir. “La tecnología del balón con chip y las cámaras avanzadas permitirán determinar con precisión el momento exacto del pase y la posición completa del jugador”, explica el organismo.
Según confirmó el exárbitro Iturralde González en Carrusel Deportivo, la propuesta ha vuelto a ser presentada a la IFAB tras dos años de inactividad. “Se analizará en el meeting anual compuesto por 23 jugadores y 11 árbitros, bajo la supervisión del propio Wenger. Si avanza, pasará al meeting general de febrero, y el 95% de las iniciativas que llegan allí suelen aprobarse”, detalló.
La FIFA ya ha iniciado las pruebas piloto en las categorías Sub-21 masculina y Sub-19 femenina de Suecia, con la intención de evaluar su impacto en la dinámica del juego. De resultar exitosas, los próximos pasos incluirían implementaciones en Italia y Países Bajos. En Suecia, donde ya se experimenta con la nueva norma, la recepción ha sido positiva.
Per Widen, miembro de la federación local, explicó “Al principio dudamos, pero entendimos que era una gran oportunidad. La FIFA confía en nuestro fútbol y nos eligió por nuestra buena organización. Es emocionante ser parte del inicio de algo así.”
Por su parte, el árbitro internacional Jonas Eriksson destacó el potencial ofensivo de la medida “Si esto genera un fútbol más atractivo, todos salimos ganando. Habrá más goles, más emoción y menos polémica. Es bueno que la FIFA intente innovar.”
Desde la implantación del VAR, los fueras de juego milimétricos se han convertido en fuente constante de frustración para jugadores, técnicos y aficionados. Un hombro, una rodilla o incluso la punta del botín han sido suficientes para invalidar goles legítimos.
La Ley Wenger pretende acabar con esas situaciones, priorizando la intención y la ventaja real sobre la precisión extrema. En palabras del propio Wenger “El fútbol debe premiar el ataque. Si el delantero tiene parte del cuerpo en línea con el defensor, el beneficio de la duda debe ser para el espectáculo.”
Si la propuesta recibe luz verde en febrero, la norma deberá pasar un periodo de ensayo en torneos menores antes de llegar al fútbol profesional. Sin embargo, existe preocupación en torno al Mundial 2026, ya que una implementación tan revolucionaria podría alterar por completo las estrategias defensivas y el desarrollo del torneo.
Aun así, dentro de la FIFA existe optimismo. La nueva interpretación del fuera de juego podría convertirse en el paso más importante desde la introducción del VAR, marcando un antes y un después en la historia del deporte rey.