«Leo Messi no seguirá ligado al FC Barcelona», comunicó el FC Barcelona hace exactamente 4 años. Las razones de la salida de Lionel Messi del FC Barcelona fueron varias y más complejas de lo que imaginamos
Messi quería quedarse. El club quería que se quedara. Incluso ambas partes acordaron una renovación con una importante rebaja salarial por parte del argentino.
Pero ni eso fue suficiente.
El problema fue otro, mucho más complejo:
- La crisis económica del FC Barcelona.
- El límite salarial impuesto por LaLiga.
- Una mala gestión acumulada durante años.

(Photo by Eric Alonso/Getty Images)
El detonante: el fair play financiero de LaLiga
En 2021, el Barça acumulaba una deuda superior a los 1.000 millones de euros. La Liga española, bajo su normativa de «fair play financiero», no permitía al club inscribir nuevos contratos si eso superaba su masa salarial autorizada. Incluso con Messi rebajándose el sueldo a la mitad, el Barça no podía inscribirlo sin incumplir las reglas de la competición.
Una decisión forzada por los números, no por el corazón
Joan Laporta, presidente del club, lo explicó con crudeza en rueda de prensa: “No hay margen. Hemos recibido una herencia nefasta. No podemos poner en riesgo al club.”
El Barça había perdido más de 480 millones de euros solo en la temporada anterior y necesitaba recortes urgentes para sobrevivir.
Messi era víctima de una estructura colapsada.
El fin de una era, sin despedida en el campo
Messi no pudo despedirse jugando, ni con estadio lleno. Se fue entre lágrimas, con una emotiva rueda de prensa, mientras los aficionados apenas podían creerlo.
Ese día, el Barça perdió algo más que un jugador: Perdió su símbolo, su capitán, su historia viva.