Lo que para cualquier otro deportista sería un epílogo digno, para LeBron James es simplemente otra página en una historia interminable. En su temporada número 22 en la NBA y con 40 años ya cumplidos, la leyenda de Akron ha vuelto a firmar una campaña que desafía toda lógica: 24,4 puntos, 7,8 rebotes y 8,2 asistencias por partido, con más de 70 encuentros disputados. No es un espejismo ni un homenaje de despedida: es real, tangible, estadísticamente inapelable.
Pese a la eliminación en primera ronda a manos de los Timberwolves, los números del Rey fueron de otra galaxia: 25,4 puntos, 9 rebotes, 5,6 asistencias, 2 robos y 1,8 tapones por noche, con una media de casi 41 minutos en pista. Todo esto ante un equipo joven y físico, en una serie donde LeBron dejó claro que su influencia no depende de la edad. Y aunque los focos de la crítica apuntaron a Luka Doncic tras la caída, nadie cuestionó el compromiso, la entrega ni el nivel de LeBron.
Su alianza con la estrella eslovena marcó un giro inesperado en la narrativa de la NBA. Desde el traspaso, James ha promediado 25,4 puntos, 8,3 rebotes y 7 asistencias en 27 juegos de fase regular. En ese mismo lapso, los Lakers ganaron 23 de 35 partidos, sellaron una temporada de 50 victorias algo que no conseguían desde la burbuja de 2020 y recuperaron el tercer puesto del Oeste, algo que no lograban con ventaja de campo desde 2012.
El impacto de LeBron se mantiene en cifras casi mitológicas: 32 partidos de 20+ puntos, 15 de 30+, y dos por encima de los 40, con un techo de 42 tantos ante los Warriors en febrero. También firmó topes de 17 rebotes y 16 asistencias, además de romper la barrera de los 50.000 puntos combinados entre temporada regular y playoffs. Está a solo 49 partidos de superar a Robert Parish como el jugador con más juegos disputados en la historia de la liga, lo que lo convertiría en el líder absoluto. Y todo indica que tomará su player option por más de 50 millones de dólares para seguir compitiendo en 2026.
¿Puede llegar el ansiado quinto anillo? Con Doncic a su lado y los Lakers en modo reconstrucción inteligente, esa posibilidad no está descartada. Pero más allá de títulos, lo de LeBron es un fenómeno generacional que redefine el significado de la longevidad en el deporte. Mientras figuras como Cristiano Ronaldo, Roger Federer o Lionel Messi empezaron a alejarse de la élite pasados los 37 años, LeBron ha seguido vigente, productivo y protagonista… incluso liderando múltiples categorías estadísticas en estos playoffs.
Su legado ya está construido, pero aún sin epílogo. Su retiro es una incógnita, sus récords parecen inalcanzables y su influencia, eterna. Y aunque la eterna comparación con Michael Jordan sigue generando debate, cada día hay menos argumentos en contra de quien no solo desafía al tiempo, sino que parece haberlo domado.
