En el planeta fútbol, las leyes de la física parecen reescribirse cuando aparece Lionel Messi. En el Messiverso, los récords no se rompen: se rediseñan.
Y esta noche, bajo las luces de Fort Lauderdale, el argentino volvió a demostrar que los límites solo existen para que él los expanda.
Inter Miami goleó 4-1 al New England Revolution, en una exhibición donde Messi firmó tres asistencias y volvió a ser el epicentro de todo. Los dobletes de Tadeo Allende (32’ y 60’) y Jordi Alba, (45’ y 63’) fueron producto de su radar celestial, de esa capacidad para anticipar jugadas antes de que el resto las imagine.
A sus 38 años, Messi suma más de 2230 minutos de juego, 24 goles y 17 asistencias en la temporada 2025, con 41 contribuciones directas de gol que lo confirman como el motor más productivo de la MLS. Su impacto se mide en órbitas: todo el sistema solar de Inter Miami gira a su alrededor.

La maratón 2025: un viaje interplanetario entre ligas, torneos y récords
Entender la magnitud de Messi esta temporada requiere observar la constelación completa. El capitán no solo lidera a Inter Miami en la temporada regular de la MLS, sino que ha sido protagonista en la Leagues Cup y el Mundial de Clubes de FIFA, enfrentando una agenda de casi una treintena de partidos este año. Un trayecto que pondría a prueba incluso a los más resistentes terrícolas.
Y sin embargo, Messi no solo resiste: brilla con luz propia. Su ritmo goleador y su visión de juego lo han llevado a un nuevo hito histórico: se convirtió en el segundo jugador en la historia de la MLS, y el primero desde Sebastián Giovinco (2015 y 2016), en lograr dos temporadas consecutivas con al menos 15 goles y 15 asistencias:
Además, Messi ya acumula más de 70 aportes de gol (goles + asistencias) en 51 partidos de MLS, lo que lo convierte en el jugador más rápido en alcanzar esa cifra en la historia de la liga. Una estadística extraterrestre para un jugador que parece vivir en otra dimensión.