Román Torres, ícono del fútbol nacional y pieza central en la clasificación al Mundial de Rusia 2018, fue honrado por la Junta Comunal de Ancón en un emotivo acto que destacó no solo su valor como jugador de élite, sino su actual e indispensable rol como formador de talento joven en la comunidad. El deporte panameño vivió una jornada de justo reconocimiento al capitán que forjó la gesta más importante de su historia reciente.
El homenaje a Román Torres simboliza el agradecimiento de una nación a un hombre que, con su coraje en la cancha, llevó la bandera panameña a lo más alto. Pero el reconocimiento de la Junta Comunal de Ancón subraya una transición fundamental en su carrera: de ser el defensor férreo que lideraba a la selección, a convertirse en un mentor que siembra el futuro del fútbol istmeño. Premiacion a Roman
Tras recibir el galardón, Román Torres expresó su gratitud y dedicó el reconocimiento a la comunidad y a la juventud:

Gracias a la Junta Comunal de Ancón por este gesto tan especial, y gracias a todos los que me inspiran cada día a seguir trabajando con disciplina, fe y humildad. Este reconocimiento lo recibo en nombre de todos aquellos que sueñan y luchan por un mejor futuro.
Las palabras de Torres encapsulan el espíritu de su legado: un camino marcado por la disciplina y la humildad, valores que ahora intenta transmitir a las nuevas generaciones de futbolistas.
Del héroe de la clasificación al maestro de la cantera
La imagen de Román Torres celebrando el gol agónico que selló el pase a Rusia 2018 es un momento imborrable en la memoria colectiva del país. Ese valor, esa garra y esa pasión son precisamente los atributos que la Junta Comunal de Ancón ha querido honrar. Román no solo fue un gran jugador a nivel local e internacional, sino un ejemplo de perseverancia que inspira a miles de jóvenes.
Sin embargo, el enfoque del reconocimiento va más allá de la nostalgia deportiva. La Junta Comunal ha puesto especial énfasis en la labor actual de Torres: su dedicación a la formación de talento joven. Tras colgar los botines, el excapitán se ha comprometido de lleno con el desarrollo de las futuras generaciones, entendiendo que el verdadero legado no se mide en títulos, sino en la cantidad de vidas que se transforman a través del deporte.

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Impacto comunitario
El trabajo de Román Torres como formador se centra en los cimientos del fútbol panameño, la fase de desarrollo juvenil. Esta es una labor que exige paciencia, dedicación y una profunda comprensión de las necesidades de los atletas en crecimiento. No se trata solo de enseñar táctica o técnica, sino de inculcar los valores que lo definieron como jugador: disciplina, respeto, sacrificio y, sobre todo, la mentalidad ganadora.
La Junta Comunal de Ancón, al destacar esta faceta de Torres, reconoce el impacto social del deporte. Un formador de su calibre no solo está creando futbolistas; está construyendo mejores ciudadanos. Al mantener a los jóvenes ocupados en canchas y entrenamientos, se les ofrece una alternativa positiva y una vía de escape y superación personal. El reconocimiento a Torres es un llamado a valorar el trabajo de base, que es la verdadera inversión a largo plazo en el capital humano del país.
Un espejo para las nuevas generaciones
Para los jóvenes que entrenan bajo su tutela, tener a Román Torres como guía es un privilegio y una fuente inagotable de inspiración. Pueden ver de primera mano el resultado de la dedicación: el capitán que un día estuvo en el campo de la MLS o en el Mundial, hoy les enseña cómo pisar el balón y cómo levantarse después de una caída.
El homenaje de la Junta Comunal de Ancón es un recordatorio para todo Panamá de que los héroes deportivos tienen una vida más allá de la cancha. La transición de jugador a formador es un acto de generosidad que asegura que la experiencia y el conocimiento acumulado no se pierdan. Román Torres ha aceptado esa responsabilidad con la misma pasión que mostró en cada barrida y cada remate de cabeza.
El acto de reconocimiento no solo celebra el pasado glorioso de Román Torres, sino que ilumina su presente como líder comunitario y maestro deportivo, dejando claro que su influencia en el deporte nacional apenas comienza. Su legado, ahora, se escribe en los sueños y los botines de cada niño que entrena bajo su supervisión.