El Real Madrid movió ficha con rapidez en el mercado de fichajes, cerrando incorporaciones como Trent Alexander-Arnold, Álvaro Carreras y Franco Mastantuono. Sin embargo, no todas las carpetas están resueltas, y una de las más sensibles es la de Dani Ceballos, cuyo futuro apunta lejos del Santiago Bernabéu.
Una pieza única en la plantilla
El centrocampista andaluz, de 29 años, ofrece unas características creativas que hoy no abundan en el vestuario blanco. Su capacidad para marcar el ritmo del partido y ordenar la circulación de balón lo diferencian de perfiles como Tchouaméni, más físico y defensivo, o Arda Güler, que ocupa posiciones más adelantadas.
Esta carencia quedó expuesta en la lentitud ofensiva del Madrid tanto frente a Osasuna en la jornada inaugural como ante el Oviedo en el Carlos Tartiere. Sin embargo, pese a la utilidad de su perfil, Xabi Alonso no parece contar con él en sus planes inmediatos.
Señales de despedida
Tras el choque contra el Oviedo, Ceballos alimentó los rumores de su salida con una historia en Instagram en la que escribió: “The last dance”. El mensaje fue interpretado como una despedida velada y aumentó las especulaciones sobre su próximo destino.
El club que más interés ha mostrado es el Olympique de Marsella, que busca reforzar su centro del campo con un jugador de experiencia y calidad en la construcción de juego.
Dos condiciones para su salida
Desde Chamartín no cierran la puerta, pero ponen dos exigencias clave:
-
Una oferta económica considerable: el club no contempla dejar salir a Ceballos por una cifra inferior a su valoración.
-
Un recambio inmediato: no quieren debilitar la plantilla sin margen de reacción en el mercado.
