El FC Barcelona se ha llevado una sorpresa no del todo inesperada: Nico Williams ha renovado oficialmente con el Athletic Club de Bilbao hasta 2035, una decisión que la directiva culé conoció a través del comunicado del club vasco, sin haber recibido notificación previa por parte del jugador o su entorno. Aunque ya intuían ese desenlace, el foco ahora está puesto en reforzar la banda izquierda con un nuevo extremo.
Luis Díaz, prioridad absoluta para Deco y el Barça
Con el caso Nico cerrado, el nombre que vuelve a tomar fuerza en los despachos del Barça es el del colombiano Luis Díaz (28 años), actual jugador del Liverpool. Según ha podido confirmar Mundo Deportivo, el extremo vuelve a ser el Plan A del club azulgrana, una operación que nunca se descartó del todo y que ahora toma impulso.
Díaz, consciente del interés, habría manifestado a través de su entorno su voluntad de salir de Anfield rumbo al Spotify Camp Nou, moviéndose activamente para facilitar su fichaje. Su perfil gusta especialmente al director deportivo Deco, quien lo considera su preferido para reforzar la banda izquierda desde la temporada pasada.

Pausa obligada por la tragedia de Diogo Jota
Sin embargo, el proceso ha sufrido una pausa debido al reciente fallecimiento de su compañero Diogo Jota en un accidente de tráfico, hecho que ha conmocionado al vestuario y al entorno del Liverpool. Por respeto a la situación, Luis Díaz ha decidido detener cualquier movimiento de mercado por el momento, enfocado en acompañar a la familia y el club en el difícil momento.
Rashford, el Plan B… si lo pone fácil
Ante la complejidad del fichaje de Díaz, tanto en lo emocional como en lo económico, el Barça contempla también un Plan B: Marcus Rashford (27 años). El atacante inglés no entra en los planes del Manchester United ni de su técnico Rúben Amorim, y recientemente ha sido despojado de su dorsal ‘10’, lo que refuerza su inminente salida del club.
Rashford ya ha comunicado su deseo de jugar en el Barça, incluso aceptando reducirse el salario para hacer posible la operación. Aunque el United lo tasa en 40 millones de libras, el club prioriza su salida, y no se descarta una cesión con opción de compra, lo que podría encajar perfectamente en las limitaciones del fair play financiero azulgrana.