El RCD Espanyol ha anunciado este lunes un cambio histórico en su estructura accionarial con la venta del club al grupo británico Velocity Sport Limited (VSL), encabezado por Alan Pace, actual propietario del Burnley FC. El grupo pagará 130 millones de euros por el 99,66% del capital social del club, marcando así una nueva era en el espanyolismo.
El hasta ahora máximo accionista y presidente, Chen Yansheng, cede el control accionarial tras más de ocho años al frente, aunque permanecerá vinculado de manera minoritaria a través del RASTAR Group, que aún formará parte del holding societario del club.
Una operación con impacto a largo plazo
Aunque la transacción aún está pendiente de algunos trámites formales, el Espanyol ya ha comunicado que esta integración “permitirá fortalecer tanto la estructura económica como la deportiva del club”. El acuerdo representa un paso estratégico para asegurar la sostenibilidad y el crecimiento de la institución a largo plazo, tanto en LaLiga como en sus aspiraciones de regresar a competiciones europeas.
La estructura deportiva, intacta
A pesar del cambio de manos, el grupo VSL ha transmitido que no habrá modificaciones inmediatas en la parcela deportiva. Ni el entrenador Manolo González ni el director deportivo Fran Garagarza verán alterada su situación, siendo ambos respaldados por la nueva propiedad por el buen trabajo realizado en los últimos dos años.
“Si algo funciona, no se toca”, es la filosofía que ha marcado Alan Pace, que tendrá un papel clave en el nuevo Consejo de Administración del club catalán.
Durante este mercado de verano, el Espanyol ha realizado nueve incorporaciones y ha logrado renovar a jugadores clave como Javi Puado, demostrando una gestión deportiva efectiva y un plan bien definido. De hecho, con la venta reciente de Joan Garcia, el club ha vuelto a entrar en la regla del 1:1, lo que le permite margen para nuevas incorporaciones. El siguiente objetivo: un extremo zurdo, como adelantó Garagarza.
