Mientras la atención principal de la cuarta jornada de las Eliminatorias CONCACAF se centra en el duelo por el liderato entre Panamá y Surinam, otro encuentro, cargado de historia, urgencia y rivalidad regional, acaparará las miradas de Centroamérica: El Salvador recibe a Guatemala en el Estadio Cuscatlán. Este clásico va más allá de los tres puntos; es un partido de supervivencia que determinará cuál de las dos naciones mantendrá su legítimo sueño de clasificar al Mundial 2026 y cuál se despedirá virtualmente del camino. Partidos del dia
El Grupo A se presenta con una división clara. Por un lado, Surinam y Panamá han tomado la delantera con 5 puntos cada uno, dejando a El Salvador (3 puntos) y a Guatemala (2 puntos) en una situación de extrema presión. Para la Selecta y la Bicolor, el empate no es una opción; el que no gane este enfrentamiento quedará descolgado y a merced de lo que suceda en la parte alta de la tabla.
El Salvador: La Urgencia del «Bolillo» Gómez
La selección salvadoreña, dirigida por el experimentado Hernán Darío «Bolillo» Gómez, llega al Cuscatlán con el peso de haber perdido sus dos últimos partidos como local, el más reciente ante Panamá. La afición salvadoreña, que ya vio su casa violada por dos derrotas consecutivas, exige una reacción inmediata y contundente.

(Photo by Alex Livesey/Getty Images)
Para El Salvador, que históricamente ha tenido ventaja en la serie particular de eliminatorias contra su vecino en casa, este partido es una obligación moral y matemática. Una derrota o incluso un empate, combinados con una victoria en el duelo Panamá vs. Surinam, dejaría a la Selecta en una posición prácticamente irrecuperable con solo dos partidos por jugar. La presión sobre el banquillo de Gómez es máxima, y el «Clásico de Centroamérica» se convierte en el referéndum de su gestión.
Guatemala: Romper la Historia y Mantener la Fe
Por su parte, Guatemala, dirigida por Luis Fernando Tena, llega con la necesidad de hacer historia. El dato es demoledor: la selección guatemalteca nunca ha logrado una victoria en el Estadio Cuscatlán en partidos de clasificación mundialista. Para los Chapines, obtener los tres puntos no solo significaría superar a su acérrimo rival en la tabla, sino también exorcizar un fantasma histórico que se extiende por décadas.
Guatemala ha demostrado ser un equipo combativo, logrando empates valiosos ante Surinam y Panamá, pero necesita transformar esa solidez defensiva en victorias. Una derrota, o incluso un empate, sentenciaría un proceso que prometía mucho tras la última Copa Oro. El encuentro es la prueba definitiva de carácter para la Bicolor.
El Impacto en la Tabla Global
El resultado de este duelo no solo afecta a los involucrados, sino que tiene un impacto directo en la lucha por el liderato. Si El Salvador gana, se mete de lleno en la pelea y presiona a los líderes. Si Guatemala consigue el triunfo, sorprenderá a todos y reavivará sus aspiraciones. Lo que está claro es que, ajenos a la batalla por la primera posición que se disputa entre Panamá y Surinam, El Salvador y Guatemala jugarán su propia final. Es el clásico que nadie quiere perder, pero, sobre todo, el partido que obliga a ganar. El Cuscatlán será testigo de un duelo que definirá el futuro inmediato de dos de las aficiones más apasionadas de la región.