El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha confirmado la sanción de un partido para Andriy Lunin, tras su expulsión en los minutos finales del Clásico disputado el pasado domingo entre Real Madrid y FC Barcelona en el Santiago Bernabéu.

Lunin sufre las consecuencias 

El guardameta ucraniano fue el único jugador expulsado durante la tangana que se desató entre los banquillos después del gol de la polémica celebración de Vinicius Júnior, que encendió los ánimos en ambos equipos.

El árbitro del encuentro, César Soto Grado, recogió el incidente en su acta con detalle “En el minuto 90 el jugador Lunin, Andrii, fue expulsado por el siguiente motivo: por salir de su banquillo hacia el banquillo rival en actitud agresiva, teniendo que ser sujetado por sus propios compañeros.”

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Andriy Lunin Photo by Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images
Andriy Lunin
Photo by Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images

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El Comité disciplinario consideró esta acción como una conducta leve contraria al buen orden deportivo, imponiendo una sanción de un partido de suspensión y una multa económica simbólica, tal y como establece el reglamento:

“Incurrirán en suspensión de cuatro a diez partidos o multa en cuantía de 602 a 3.006 euros aquellos cuya conducta sea contraria al buen orden deportivo cuando se califique como grave.” En este caso, el órgano ha determinado que la acción fue de carácter leve, por lo que el castigo se limita a un solo encuentro.

El Real Madrid presentó un recurso solicitando la retirada de la sanción, alegando que las imágenes no acreditaban un comportamiento violento por parte del portero. Sin embargo, el Comité rechazó la apelación, otorgando plena veracidad al acta arbitral y argumentando que los vídeos no contradicen lo descrito por Soto Grado.

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Con esta resolución, Lunin se perderá el próximo compromiso de los blancos en LaLiga, aunque el club todavía puede recurrir ante el Comité de Apelación o, en última instancia, solicitar una medida cautelar al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).

El enfrentamiento entre Real Madrid y Barcelona, que terminó con triunfo blanco y un ambiente de alta tensión, ha dejado secuelas más allá del resultado deportivo. Las imágenes de la trifulca entre los banquillos y las posteriores declaraciones han generado debate sobre los límites del comportamiento en los partidos de máxima rivalidad.

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En la Ciudad Deportiva de Valdebebas, Lunin ha mantenido silencio, mientras que el cuerpo técnico madridista ha restado dramatismo al castigo, señalando que el portero “reaccionó en un momento de alta tensión, pero sin intención de agredir a nadie”.

El conjunto dirigido por Xabi Alonso afrontará su siguiente compromiso liguero sin su portero suplente habitual, por lo que se espera que el juvenil Fran González sea convocado como alternativa en el banquillo. El caso Lunin, aunque cerrado en lo disciplinario, se suma a la lista de episodios que mantienen encendida la rivalidad entre Real Madrid y Barcelona un Clásico.

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