Los Minnesota Timberwolves se encargaron de imponer algo de orden en el Oeste, donde esta ronda comenzó con un caos en cuanto a la ventaja de localía.
La victoria de los Wolves por 117-93 sobre Golden State este jueves en el Target Center no fue tan abultada como la paliza que los Thunder le propinaron a Denver la noche anterior. Pero logró el mismo objetivo: igualar la serie de semifinales de conferencia 1-1 antes de que se traslade de ciudad.

(Photo by David Berding/Getty Images)
De hecho, la situación de Minnesota era un poco más crítica que la de OKC. Si los Wolves no hubieran logrado vencer a los Warriors sin Stephen Curry quien se perdió el final del Juego 1 por una lesión en los isquiotibiales, hasta los aficionados más fieles habrían temido lo que podía venir.
Pero ese escenario (una versión actualizada de cuando el exjugador de los Wolves, Jimmy Butler, regresó al gimnasio y humilló a la franquicia como lo hizo notoriamente en 2018) no se materializó.