La Selección de Panamá, bajo la dirección técnica de Thomas Christiansen, vivió una noche de éxtasis tardío y análisis profundo tras el empate 1-1 en casa contra Surinam en el Estadio Rommel Fernández. El gol agónico de Ismael Díaz en los minutos finales salvó un punto ante una Surinam ordenada y peligrosa, pero el resultado fue insuficiente. Este empate, sumado al cierre apretado del Grupo A, ha significado que la ‘Marea Roja’ ha perdido el control absoluto de su destino, obligándola a buscar la épica en los dos partidos restantes del mes de noviembre.

El panorama del Grupo A es un nudo gordiano: Surinam y Panamá empatan con 6 puntos, con los caribeños por delante gracias a una ligera mejor diferencia de goles. Inesperadamente, Guatemala, que venció a El Salvador en la misma jornada, se ha colocado a solo un punto (5 unidades), transformando el grupo en una batalla a tres bandas por un cupo directo y, al menos, un lugar en el repechaje global. Grupo A
¿Qué le exige el calendario a Panamá? La obligación de los 6 Puntos
A la selección de Christiansen le restan dos partidos en la Ronda Final:
- Visita a Guatemala (13 de noviembre): Un partido de alta presión ante un rival que se juega su última carta y que tendrá el respaldo total de su afición.
- Panamá vs. El Salvador (18 de noviembre, Rommel Fernández): El cierre de las eliminatorias ante un rival que, para esa fecha, probablemente estará matemáticamente eliminado.
La ruta ideal de clasificación de Panamá era sellar una victoria ante Surinam para tener un margen de error; ese colchón se ha esfumado. Ahora, la matemática es sencilla y brutal: Panamá debe conseguir la victoria en ambos encuentros para garantizar su cupo directo a la Copa del Mundo 2026.
Sumar seis puntos en noviembre llevaría a Panamá a un total de 12 unidades. Este puntaje no solo aseguraría el primer lugar del Grupo A, independientemente de lo que haga Surinam (que se enfrenta a El Salvador y luego a Guatemala), sino que también es una cifra históricamente segura en CONCACAF para la clasificación directa.
El escenario peligroso: Depender de terceros o ir al repechaje
Cualquier resultado que no sea una victoria en la próxima visita a Guatemala dejaría a Panamá en una posición vulnerable:
- Empate en Guatemala: La Roja llegaría a 7 puntos. Si Surinam gana su partido en casa ante El Salvador, Surinam alcanzaría 9 puntos. El liderato se alejaría y la opción de clasificación directa se definiría en el último partido, obligando a Panamá a golear a El Salvador y esperar que Surinam no gane en Guatemala. El escenario del repechaje sería casi inevitable.
- Derrota en Guatemala: Sería catastrófico. Surinam, con una hipotética victoria, se dispararía a 9 puntos. Guatemala superaría a Panamá en la tabla con 8 puntos, dejando a Panamá en el tercer lugar y casi sin opciones de repesca, dependiendo de una combinación de resultados de otros grupos.
La advertencia es clara: Panamá no puede permitirse especular. El empate contra Surinam, a pesar de ser «agónico», fue una oportunidad perdida de controlar la llave. El equipo panameño debe pasar la página del Rommel Fernández y enfocarse en una victoria de visitante ante Guatemala, lo que le devolvería el control de su destino y la tranquilidad de cara al último partido en casa.
La presión es inmensa. Lo que resta es demostrar el carácter y la madurez que llevaron a Panamá a su primer Mundial en 2018. El camino al 2026 se ha convertido en un sprint de dos partidos donde no hay mañana y donde solo la victoria es garantía.